Este acto de solidaridad por una mujer lideresa, nos ayuda a sacar lo mejor, y a potenciar la parte más generosa de nosotros mismos. Somos seres humanos y por tanto sociales por lo que gran parte de nuestra felicidad depende de estar con los otros y de compartir.

Bien sabemos que gracias a nuestra colaboración la situación de Adriana, va mejorar y a la vez, ese sentido de tener en las manos de uno mismo la mejora o la solución de una determinada problemática hace que aumente la valoración de la imagen de la persona, la autoestima, "me considero buena persona porque hago cosas buenas por los demás".

Es bueno comprender también que el ser humano ha desarrollado la solidaridad desde su conformación. El mostrarse solidario es una de las bases de nuestra evolución y lo que es más importante, de nuestra supervivencia. La mayoría de nosotros, sin haber recibido o recibir la solidaridad de alguien, no estaríamos aquí. Todos hemos necesitado, necesitamos o necesitaremos la solidaridad de otros en algún momento de nuestra vida.

Es importante convencerse de que la solidaridad no debe de ser sólo con nuestros amigos o con aquellos que nos caen bien, debemos ser solidarios con todos y todas, y más aún cuando son personas que tienen más necesidades que nosotros. No podemos quedarnos de brazos cruzados cuando otros están sufriendo. ¡Reflejemos nuestra compasión a través de la solidaridad, según sean nuestras posibilidades!.

La postulación al Galardón Antioqueña de Oro, en nuestro Municipio de Andes y por parte de un grupo de mujeres lideresas que conformamos la Corporación Mujeres en Acción por Andes, es motivo de orgullo ya que consideramos éste, el momento propicio para reconocerle a nuestra presidenta su capacidad de liderazgo y transformación de su entorno, entendido no sólo como las situaciones críticas sino también de las personas que hemos tenido que ver en algún momento de nuestras vidas con ADRIANA MARÌA JARAMILLO ÀLVAREZ.

Una lideresa que con su carisma ha logrado que la mujer en Andes, obtenga mayor participación y reconocimiento familiar, social, político y económico, ya que su lucha va más allá de intereses particulares, en donde la educación y capacitación de la población han hecho parte de su objetivo para lograr el progreso y la transformación positiva de los Andin@s.

A su vez su postulación es hacer reconocimiento público a 20 AÑOS de trabajo efectivo y amoroso por la dignidad de la mujer, por l@s jóvenes y niñ@s de la población, por l@s trabajador@s, deportistas y ese sinnúmero de familias más vulnerables que se acercan cada día a su laboratorio pidiendo una ayuda en todas las dimensiones, desde lo laboral y económico, hasta lo humano y espiritual, que comprende no una confesión sino una orientación, una palabra de motivación, de solidaridad y una actitud de escucha y prudencia frente a lo que a diario vive, le cuentan y observa.

Adriana, encierra un cúmulo de capacidades intelectuales que la hacen sobresalir como una excelente profesional (bacterióloga) y que con su gran deseo de superación día a día se ha ido posicionando como una trabajadora social incansable, en donde el respeto a los derechos de los niños, las niñas, jóvenes, mujeres y en general de la población son su bandera, demostrando con hechos que la equidad sí es para todos y todas.

Uno más, pero no menos importante de los aspectos positivos de Adriana es su gran alegría y cómo no resaltarla cuando con ella contagia a quienes estamos a su alrededor. Cuando en ella se demuestra el amor por la vida, la familia, y en quien no hay discriminación hacia el otro, pues sus sentimientos muestran lo humana que es. Porque su espiritualidad y su mente propositiva logran que se gesten proyectos significativos para una comunidad sedienta de la práctica de valores.

Esta lideresa con una gran empatía y personalidad arrolladora, siembra semillas de liderazgo en los jóvenes andin@s a través del primer Concejo Municipal de la Juventud (CMJ) y la elección del segundo CMJ en 2009, haciendo que los jóvenes participen activamente, se capaciten y creen su propio proyecto de vida, que busca no sólo que estos muchachos y muchachas sean críticos reflexivos, sino que también sean agentes propositivos de cambio, activos y gestores comprometidos con los procesos políticos y sociales que a diario vive el país.

Adriana siempre pensando en el bienestar de su comunidad realizó otros proyectos como: la organización de los embetunadores de Andes, en donde se han capacitado para atender amablemente y estar uniformados, con una dotación adecuada que les permitiera brindar a sus clientes un buen servicio; participa además en la formulación del proyecto de la Escuela de Liderazgo Juvenil; en el proyecto de la casa del afecto el cual ha sido enviado a la corona Europea con la finalidad de gestionar su financiación a partir de 2010.

Otras de sus facetas que vale la pena resaltar es ese espíritu deportivo que le permite patrocinar con uniforme y otros implementos deportivos a grupos o equipos interbarrios, motivando a los niños y jóvenes amantes del baloncesto y el futbol a ocupar sanamente el tiempo libre y de igual forma a alejarlos de prácticas nocivas para la salud.

Frente a la salud, tema que es de su dominio por ser bacterióloga y enfermera auxiliar la llevan a abordar en la instituciones Educativas y hogares infantiles a través de las escuelas de Padres, temáticas que orientan desde la preparación de una lonchera saludable para padres de familia cuyos hij@s están en edad pre-escolar hasta como vivir una sexualidad sana y responsable, y el liderazgo juvenil, con púberes y adolescentes de la educación básica y media de nuestros colegios.

Por otro lado ese liderazgo, perfil político y deseos de trabajar en pro de una comunidad, la llevó a candidatizarse como delegada de la Cooperativa Confiar sede Andes y como Concejala, puestos que ha ejercido con eficiencia y responsabilidad, porque es directamente desde donde se legisla y vela por las acciones de los dirigentes, donde se hace más fácil trabajar por el pueblo lanzando propuestas que beneficien la población femenina, tan vulnerada y golpeada, subvalorada y denigrada en su dignidad y amor propio. Ese ejercicio político le permitió gestionar acciones que favorecieran el desarrollo de actividades artísticas culturales y recreativas.

Además, desde el ámbito educativo participó activamente en cada una de las reuniones programadas para la construcción de una Ciudadela Educativa que agrupara los municipios de Jericó, Pueblo Rico, Tarso, Hispania, Salgar, Jardín y Andes y en donde se busca trabajar las aptitudes y manifestaciones culturales de los habitantes de estas localidades, donde Andes fue elegida como sede Central, gracias a la participación de un gran equipo de trabajo, al aporte y liderazgo de esta mujer inteligente y soñadora, que ve en estos espacios una oportunidad más para seguir trabajando por la comunidad.